jueves, 21 de abril de 2016

¡Gracias!


Debo confesar que mi hija menor me hizo sentir rara hoy, me dijo:"es que tu estas viejita, pero no tan viejita" será por que estoy vieja o por que recién cumplí t-r-e-i-n-t-a y c-i-n-c-o aññños, que montón de tiempo, cuando era adolescente pensaba que uno a esa edad ya estaba medio obsoleto, lo decía por mi madre que me lleva 20 años y aún más por mi padre, al que llegue como su primogénita cuando tenia 38 primaveras encima y que con esa diferencia de edades era bien difícil interpretar lo bueno, lo malo y lo feo que podía hacer en la vida. Eventualmente todo era malo, pero con el transcurso de lo años me di cuenta que no interpretaba bien a mis padres y menos lo que trataban de hacerme entender.
Hoy con 35 años y un día, con la melancolía de las navidades pasadas y con lágrimas en los ojos, en su mayoría por los buenos recuerdos, que es lo rico de llorar, que sea de felicidad, por los buenos momentos, celebro que todos y cada uno de ustedes que me escribieron en esta red social que recuerda y conmemora con la facilidad de un click, que nos hizo la vida un poco más fácil por ello, o más difícil por que si olvidamos podría verse como un actos de ingratitud, y como creo firmemente, de mis amigos ninguno es un ingrato, simplemente ya sabemos que la amistad va más allá de llenar un formato o de desear en en el aire un feliz cumpleaños, la amistá es estar cuando sabemos que nos necesitan, o para sentirnos orgullosos a la distancia, o para sentirnos tristes por la partida irremediable de quienes ya no están.
Hoy le doy las gracias por estar y haber compartido conmigo un minuto -o más- de su tiempo en alguna etapa de la vida, les doy gracias por hacerme sentir orgullosa de todo lo que veo, así sea en la distancia en lo que se han convertido, espero que la felicidad sea una constante en las vidas de ustedes. Gracias por recordarme de alguna manera y creeanme yo también los recuerdo mucho y espero que nos podamos ver en 3D en algún momento y sonreirnos o tal vez compartir un café o una cerveza y recordar viejos y nuevos tiempos.
De corazón les deseo que la vida les comparta muchas cosas buenas y que las malas sean pocas y que la enseñanza no sea muy dolorosa. Que sepan que mientras esté en mis manos cuenten conmigo si me necesitan.
De nuevo gracias y gracias por tomarse el tiempo de leer esta nota. Un gran abrazo.

Feliz de conocerlos,

Helena

PS. Un agradecimento especial a Ricardo, por haberme permitido darle ese beso hace ya 10 años, y a Oscar por ser el celestino de nuestros inicios.

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